En 2017, el célebre Rolls-Royce Sweptail redefinió los albores del movimiento de producción contemporánea de autos a comisión en su forma más auténtica.
Sweptail despertó la fascinante relación entre los coleccionistas y los mecenas de las artes.
Tras producir esa obra de arte sobre ruedas a comisión, varios clientes – mujeres y hombres -, se acercaron a Rolls-Royce para descubrir si ellos también podían colaborar en una comisión única.
Dentro de este grupo, surgieron tres clientes que se inspiraron en una profunda apreciación del diseño náutico contemporáneo como se ve en los yates J-Class.
Hoy, Rolls-Royce Motor Cars presenta Boat Tail, a las vez que anuncia la decisión de volver a una de las raíces históricas de la marca, al iniciar un departamento distinto dentro de la empresa, Rolls-Royce Coachbuild.
«Boat Tail es la culminación de la colaboración, la ambición, el esfuerzo y el tiempo», dijo el Presidente y CEO de Rolls-Royce, Torsten Müller-Ötvös. «Nació del deseo de celebrar el éxito y crear un legado duradero. En su notable realización, Rolls-Royce Boat Tail forja un momento crucial en la historia de nuestra marca y en el panorama del lujo contemporáneo».
En esta ocasión, Rolls-Royce ha creado 3 automóviles que, aunque comparten un estilo de carrocería común, están imbuidos de la huella única y altamente personal del cliente encargado, contando así diferentes historias.
En consulta con los clientes interesados, se llegó a un acuerdo por el cual tres autos compartirían una carrocería común, pero cada uno sería individual y altamente personalizado.
Representa una oportunidad para que unos pocos elegidos participen en la creación de comisiones personales únicas de importancia histórica futura.
Los patrocinadores encargados, una pareja de éxito mundial muy competente en el nombramiento de Rolls-Royce, personifican verdaderamente el conocimiento.
La diseñadora de colores y materiales de Rolls-Royce Coachbuild, Sina Maria Eggl, describió su apreciación del lujo como “una forma de arte en sí misma”.
Su deseo era crear una respuesta a una vida de arduo trabajo, éxito logrado y celebración requerida. Su Rolls-Royce Boat Tail debe ser alegre, un automóvil de celebración para disfrutar con su familia.
El exterior de Rolls-Royce Boat Tail está envuelto en un tono rico y complejo del color favorito del cliente: el azul.
El tono, con una connotación náutica abierta, es sutil en las sombras pero a la luz del sol, las escamas metálicas y de cristal incrustadas aportan un aura vibrante y enérgica al acabado.
Para asegurar la aplicación más suave posible al enlucir el exterior, se pasó un dedo sobre la línea definitiva de la carrocería antes de que la pintura se hubiera secado por completo para suavizar sus bordes.
Las ruedas están acabadas en azul brillante, muy pulidas y con recubrimiento transparente para agregar al carácter festivo de Boat Tail.
El proyecto lleva cuatro años en desarrollo. Una vez que la propuesta de diseño preliminar está escrita a mano, la manipulación artesanal de las superficies expansivas perfecciona su forma.
A lo largo de este proceso, se invitó a los clientes a visualizar el alcance de la colaboración e influir en su dirección. Las tecnologías de ingeniería de vanguardia dentro de Rolls-Royce se fusionan con la práctica artística de la carrocería para explotar nuevas posibilidades. La carrocería está completamente hecha a mano.
En respuesta y reflejo de su carácter, la plataforma trasera alberga discretamente el concepto automotriz más ambicioso jamás creado.
Con solo presionar un botón, la plataforma se abre en un amplio gesto de mariposa, para revelar una suite de alojamiento intrincada y generosa.
Un último dato. El color exterior es «Azul». El nombre real de la pintura incluye el nombre del cliente. Algo que Rolls-Royce no divulgará.
El fabricante inglés, tampoco anunció el precio individual de cada auto, pero demás, con respecto a los precios, dijo «no estamos comentando».
Cuando se presentó el Rolls-Royce Sweptail, algunos rumores indicaron que el precio fue de alrededor de $13 millones. Rollos-Royce nunca lo negó, ni lo confirmó.
