La piloto colombiana Tatiana Calderón que forma parte de la escudería Alfa Romeo, se ha destacado desde sus inicios en el automovilismo por su pasión y determinación para enfrentar los retos en un deporte históricamente dominado por hombres.
En esta extensa entrevista, Calderón explica a detalle cómo se ha adaptado a las consecuencias de la pandemia del COVID-19 durante la temporada 2020, sus planes a futuro y su labor como promotora del deporte del motor entre las mujeres.
¿Cómo empieza una mujer en el mundo de las carreras?
Mi pasión nació desde muy pequeña. Apenas tenía 9 años, cuando mi hermana Paula (hoy en día mi agente) me llevó a una pista de alquiler de karts que había cerca de nuestra casa en Bogotá. Compramos un turno de 5 minutos y me enamoré de la velocidad, de la adrenalina. Luego la tarea fue dura porque era convencer a mis papás de que quería correr, pero fue amor a primera vista. Antes había intentado varios deportes como el fútbol, el tenis y equitación, pero definitivamente lo que me llenó fue el automovilismo, tuve la suerte de encontrar muy temprano mi pasión.
¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente al mundo del automovilismo?
Crecí viendo a Juan Pablo Montoya corriendo primero en la Fórmula kart y luego en la Fórmula 1. Él fue mi inspiración. Desde muy pequeña tuve claro que mi objetivo era llegar a la máxima categoría del automovilismo. A medida que fui ganando y avanzando en los diferentes campeonatos las cosas se fueron poniendo mas serias y cuando me gradué del colegio (tampoco pude ir a mi graduación porque estaba en una carrera), mi familia me dio la oportunidad de dedicarme a lo que mas me gusta en la vida, las carreras.
¿Cómo reaccionaron tus padres cuando les dijiste que querías ser piloto?
Ellos vieron mi dedicación y compromiso con lo que hacía. Me dijeron que por encima de cualquier cosa estaba el colegio y me tenía que ir bien para poder seguir corriendo así que me concentré en ser la mejor. Me gradué con honores del colegio. Ellos vieron que realmente lo disfrutaba y lo hacía con mucha pasión y dedicación así que su actitud nunca fue negativa. Obviamente no fue un si desde el principio… siempre me decían “ya veremos” El momento clave fue en 2008, cuando gané el campeonato nacional de Karting en Estados Unidos, la primera mujer en conseguirlo. Tuve que decidir si iba a la universidad o si me dedicaba al cien por cien a las carreras. Gracias a Dios, ellos me apoyaron incondicionalmente y me siguieron en esta carrera profesional tan poco habitual.
¿Cómo ha sido el camino de una piloto en un mundo tradicionalmente dominado por hombres?
No ha sido fácil ganarse el respeto y las oportunidades. Siempre que llegas a un equipo nuevo tienes que probarle a los ingenieros y personas con las que trabajas, así como a rivales que estas ahí para competir. Tienes que ganarte su respeto y confianza. Al principio, no te ponen mucha atención y creen que no puedes saber tanto de la parte técnica porque eres una mujer. A medida que te van conociendo van cambiando las cosas, pero tienes que probarlo uno y otra vez. Hay equipos, como Alfa Romeo Racing Orlen, donde las cosas han sido un poco más fáciles porque desde el principio han creído en mi y me han dado las oportunidades.
¿Alguna vez alguien te dijo que abandonaras la idea de convertirte en piloto?
Muchísimas veces. Pero yo creo que en la vida uno tiene que guiarse por lo que cree y por lo que le gusta. Hay que tener confianza en uno mismo y trabajar duro porque nada es imposible. Siempre he usado los comentarios negativos como una motivación extra. Por eso he llegado hasta aquí. No me voy a dar por vencida.
¿Cuál ha sido tu trayectoria deportiva hasta llegar a un equipo de Fórmula 1?
Gané varios campeonatos de karts en Colombia y luego di el salto a los Estados Unidos, donde logré otras victorias de prestigio. Poco a poco fui participando en competencias más exigentes hasta competir en 2016 en la GP3. A finales de ese año, Monisha Kalterborn, en aquel entonces directora del equipo Sauber, me dijo que me quería como piloto de desarrollo. Al principio solamente manejaba el simulador, pero quedaron muy contentos con los resultados obtenidos. En 2018 me ascendieron a piloto de pruebas y me dieron la oportunidad de probar en el circuito Hermanos Rodríguez de México con el monoplaza del equipo, ese mismo año me dieron otra prueba en un Fórmula 1 de 2013 y posteriormente el año pasado me dieron la oportunidad de hacer unos kilómetros adicionales en el circuito de Paul Ricard. El año pasado fui la primera mujer en competir en la Fórmula 2 y este año estoy compitiendo en la Super Fórmula japonesa, que es el auto más rápido después del Fórmula 1. Mi preparación continúa.
¿Cómo ha sido tu adaptación al monoplaza?
La adaptación a un monoplaza es siempre complicada, sobre todo en las categorías de formación como la GP3 y la Fórmula 2, sobre todo siendo mujer. Los monoplazas están diseñados con las medidas de los hombres y anatómicamente somos diferentes, entonces he tenido que hacer algunas modificaciones para poder estar al más alto nivel. Por ejemplo, los pedales están diseñados para un piloto en promedio talla 40-43, yo tengo un 37, por lo que al principio no podía frenar con la presión que los ingenieros querían, pero pusimos una plataforma en los pedales y se acabaron los problemas. Así han venido surgiendo muchas cosas simplemente porque somos diferentes. Igualmente, con la columna de la dirección, yo necesitaba una mas larga para poder traer el volante mas cerca de mí y no había una mas larga. Cuando estás en una categoría como la Fórmula 2 que no tiene dirección asistida cada detalle hace una diferencia.
¿Cómo te preparaste físicamente para pilotar un monoplaza?
Para pilotar un monoplaza tienes que ser una atleta y estar en muy buena forma física. Las mujeres tenemos menos masa muscular que los hombres por lo que he tenido que dedicar muchas horas de entrenamiento y de preparación específica de ciertos músculos. Por ejemplo, en un monoplaza de Fórmula 1 puedes llegar a soportar con tu cuello fuerzas laterales de hasta 40 kilos. El cuello me creció 9 centímetros de diámetro, pero he logrado demostrar que si las mujeres ponemos ese extra de entrenamiento no hay ninguna barrera que no podamos superar.
¿Qué otros elementos se necesitan para ser piloto de Fórmula 1?
La parte mental, la concentración, los reflejos, la visión periférica, son aspectos esenciales para pilotar un monoplaza de Fórmula 1. A 300 km/h no puedes pararte a pensar para qué sirve este botón o aquel. Solamente el manual del volante tiene unas 70 páginas de instrucciones. Al mismo tiempo, el ingeniero te habla y te dice que tienes que activar una determinada función antes de llegar a la frenada. Si te pasas cinco metros, pues te estrellas contra el muro. Y todo eso mientras estás rodeado por otros pilotos que tratan de ponerte las cosas difíciles. Tu atención tiene que estar dividida en muchísimas cosas al mismo tiempo. Por eso tenemos que realizar ejercicios específicos para incrementar la concentración, la capacidad de reacción y los reflejos. Detrás de un piloto de Fórmula 1 hay muchísimas horas de entrenamiento físico y mental.
¿Cómo está tu año 2020 dentro de tu carrera profesional?
Pues a pesar de las limitaciones generadas por la COVID está siendo muy productivo. Sigo vinculada a Alfa Romeo Racing Orlen como piloto de pruebas y estoy corriendo en la Super Fórmula Japonesa, en European Le Mans Series y en las 24 Horas de Le Mans junto al equipo Richard Mille Racing.
¿Cuáles son tus próximas metas?
En estos años con Alfa Romeo Racing he ido logrando pequeños objetivos. Primero como piloto de desarrollo, después como piloto de pruebas. Ya he manejado un auto de Fórmula 1 -que es algo impresionante y que para mí ha sido una experiencia increíble-, pero todavía quiero más. Quiero convertirme en la primera mujer en más de cuatro décadas en correr de manera permanente en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y contribuir a que las mujeres obtengan el sitio que se merecen en este deporte. Además de eso quiero ganar las 24 Horas de Le Mans y de Daytona. Este año he tenido la primera prueba y estoy encantada con esas carreras, quiero volver y hacerlo mejor.
¿Qué ha significado para ti ser Embajadora del equipo Alfa Romeo Racing Orlen?
Es un honor y un privilegio poder representar a un equipo con tanta historia en la Fórmula 1. Ya es mi cuarto año con la escudería y que me hayan nombrado Embajadora es una especie de voto de confianza y una prueba de que realmente creen en mis posibilidades y en todo el trabajo que he venido haciendo.
¿Por qué te convertiste en promotora del deporte entre las mujeres?
Quiero devolverle a este deporte algo de lo que me ha dado, haciéndolo accesible a todas las mujeres. Quiero que más y más niñas empiecen con los karts y puedan desarrollarse como pilotos profesionales tal y como lo he hecho yo. Estoy convencida de que podemos hacer un buen trabajo. Soy miembro de la Comisión de Mujeres en el Automovilismo de la FIA desde hace 2 años y de #DareToBeDifferent, una organización que aspira a incrementar la participación de mujeres en todos los ámbitos del deporte del motor. No quiero que las mujeres y niñas que vienen detrás de mí tengan que trabajar tanto por conseguir las mismas oportunidades. Necesitamos cambiar la percepción en el deporte motor.
¿Notas que esa labor de promoción está funcionando?
Yo creo que poco a poco nos vamos ganando un lugar en las grandes categorías del automovilismo no solo como pilotos. Hoy en día cada vez se ven más ingenieras, mecánicas y otros roles vinculados con las escuderías. Los tiempos están cambiando. Aún así, no podemos perder de vista que llegar a pilotar un Fórmula 1 no es fácil, no solo por cuestiones de género, sino por la competitividad que existe, hay solo 20 asientos en el mundo.
Cuéntanos acerca del programa Rising Stars de la Comisión de Mujeres en el Automovilismo de la FIA
Acabamos de lanzar Rising Stars y se va a hacer una selección de niñas de todo el mundo para darles una beca para correr en Fórmula 4 el próximo año. Ellas tendrán una preparación física y una guía que les permitirá llegar mejor preparadas para afrontar el campeonato. Al margen de estas iniciativas, en la propia Comisión, internamente, empujamos para que se tomen más en cuenta las características físicas de las mujeres y recomendamos medidas a la hora de construir y diseñar los autos de carrera del futuro. El mensaje sobre igualdad de la FIA está siendo muy importante. Yo creo que nuestro momento está llegando y ojalá que mi labor como piloto y como miembro de la Comisión de Mujeres en el Automovilismo de la FIA ayude a que más niñas empiecen desde los karts y vayan escalando por la pirámide competitiva hasta que sea normal ver mujeres en la Fórmula 1.
Tras haber sido la primera latina en pilotar un Fórmula 1, la primera mujer en competir como piloto oficial en la Super Formula Japonesa, ahora has disputado las 24 horas de Le Mans con un equipo enteramente femenino ¿Qué significan para ti todos estos logros?
Pocas veces tienes tiempo de ponerte a pensar lo que significa, pero es lo que nos ha permitido este año, la reflexión. La verdad es que estoy muy agradecida con las oportunidades que he tenido y realmente espero que todo esto sirva para que mas mujeres se animen a probar el automovilismo, para que sigamos ganándonos ese espacio, cambiando esa percepción. Yo estoy convencida de que podemos hacer un buen trabajo, solo necesitamos las oportunidades.
¿Cómo te sentiste sobre el mítico trazado de Le Sarthe?
Fue una experiencia única. Es un circuito muy demandante, tienes que estar concentrado al 100% cada vez que estas en el auto, porque no permite errores. Tiene secciones muy rápidas, tienes turnos de noche donde la visibilidad es muy poca, sin duda fue un gran desafío como piloto, pero me ha encantado.
¿Qué sentiste al ser la piloto elegida para tomar la salida y cruzar la línea de meta?
Honestamente fue increíble. En la salida vas con 60 autos de diferentes categorías, estas buscando avanzar, pero al mismo tiempo evitar problemas porque es una carrera muy larga. No quieres cometer ningún error, sabes que el equipo cuenta contigo, tienes muchísima presión, pero es un privilegio y me siento muy agradecida con el equipo de haberme elegido para llevar a cabo esas labores porque significa que confían en mí. Cruzar la meta en Le Mans sin duda es algo único, muy especial y emotivo.
¿Esperas volver en el futuro?
Si, ha sido una carrera muy especial en todos los sentidos y sin duda he aprendido mucho para poder volver el año entrante y conseguir más y mejores cosas.
¿Hay similitudes entre correr en Le Mans y Fórmula 1? ¿Cuales?
Diría que la similitud es que ambas son tope de clase. Le Mans es la cúspide de las carreras de duración, Fórmula 1 es de los monoplazas. En sí ambas requieren una preparación distinta, muy específica y muy exigente, pero creo que hasta ahí van las similitudes.
¿Cuáles son las mayores diferencias a las cuales tuviste que adaptarte para la preparación para Le Mans comparada a la preparación en F1?
Le Mans es una carrera muchísimo mas larga y mas exigente físicamente en áreas distintas a Fórmula 1. Por ejemplo, el cuello en Le Mans no sufre tanto pues vamos en un prototipo con techo y vamos expuestos a menos fuerzas G, pero en cambio debido a la duración de la carrera es más exigente cardiovascular mente hablando. Además, tienes que tener un grado de concentración mayor, porque conduces más tiempo, a altas velocidades, en turnos de noche, de día y con otros 60 autos que van a diferentes velocidades pues compartimos pista con LMP1, GT y LMP2. Tienes que ser capaz de ir a dormir y levantarte y estar en tu máximo nivel de concentración de nuevo. Por eso tuve que hacer sesiones cardiovasculares mucho más largas para externar esa barrera del cansancio y hacer ejercicios de coordinación y multitasking cuando más cansado estás para acostumbrar al cerebro a esas cosas. A ser capaz de rendir sin perder tanta calidad aún sin haber dormido. Todo eso se entrena y estoy muy agradecida de contar con la preparación del equipo de 321 Perform.
